Tocarte a ti misma es un arte excitante para ellos

Masturbarte delante de tu pareja es una manera de descubrir nuevas sensaciones y rutas para llegar al placer
Siempre me emociona la manera en que mis dedos acarician mi clítoris y cómo voy encontrando la manera de sentir la humedad poco a poco. A veces puedo acariciar con una mano los senos, el abdomen, el pubis. Bajar lentamente y seguir hasta deslizar los dedos al interior de la vagina. Puedo sentir cómo cambia la temperatura al interior: de tibio a muy caliente, y cómo las paredes vaginales comienzan a lubricarse. Los dedos se introducen cada vez más hasta cubrirse de una humedad fascinante que aumenta poco a poco.
Verme, sentirme estimulada de esta manera por mí misma es maravilloso. Supongo que a todas las mujeres que han aprendido el arte de tocarse les sucede igual. Tener un orgasmo a través de nuestros dedos es una experiencia única. Me encanta hacerlo en la cama, en el sillón, en la ducha caliente, a través de la fricción o de la penetración.
Cuando es hora de tocar el clítoris comienzo en él de manera circular y luego a dar pequeños toquecitos sobre el capuchón que lo recubre y pocas veces me atrevo a tocarlo directamente (con seguridad a muchas mujeres les pasa, ¡es tan sensible!). Froto de arriba a abajo el clítoris entre dos dedos apretados de muy suave a muy rápido, tanto como mi placer lo requiera. Si hay a la mano algún juguete entonces es el momento de su entrada triunfal.
Hay veces en que luego de este momento, él si está por allí, decide entrar, una vez que yo he quedado como una brasa al rojo vivo. A las mujeres nos encanta darnos placer, dulce, suave, a nuestro ritmo, pausado, sin prisas... y, muchas veces a solas.
No es secreto que para muchos hombres, ver a una mujer masturbarse es realmente excitante. Por eso debo aclarar que el hecho de que una mujer se masturbe no significa que no tenga pareja. Creo que deberíamos quitar esa idea errónea de la cabeza. En los hombres podría ser, en las mujeres es distinto.
De hecho, las mujeres podrían descubrir mucho de su propio placer si se masturbaran más, incluso cuando tengan pareja, pues es una manera de redescubrir nuestras sensaciones, nuestras respuestas al placer y saber cada vez más y mejor, qué y cómo nos gusta.
Y es que a fin de cuentas, la masturbación es todo un arte. Para saber darle placer al otro, primero hay que saberlo dar a nosotras mismas y, como en el sexo, también tener imaginación.
Pero ¿qué pasa cuando tenemos ese momento de disfrute? ¿Cómo lo hacemos?
Maneras hay tantas como diversas son las mujeres que lo practicamos. Primero debo decir que el factor número uno en toda masturbación será nuestro más grande órgano sexual: el cerebro. Si las mujeres no imaginamos (una escena, una situación) o recordamos alguna vivencia, a nuestro chico, será un poco más complicado llegar al éxtasis. No imposible, eso sí.
Yo soy muy visual y, por tanto, a mí me ponen (ya lo he dicho muchas veces) las pelis porno. A veces puedo recordar alguna escena o sentirme parte de ella. A veces puedo hacerlo después de haber visto alguna y luego hacer un video de mi masturbación para dárselo a él como regalo. Pero necesito, digamos, cierta motivación.
Así, sin la imaginación, las mujeres no podemos tener una buena masturbación. Una chica masturbándose está allí, sobre su cama, pero está al menos en diez lugares más. Esta vez no hablará de lo sucio y la culpa que implica para muchas mujeres la masturbación. Ya he tocado ese tema muchas veces. Hablo aquí de cómo lo hacen las que en lugar de padecerlo lo disfrutan.
Luego de la imaginación viene el con qué nos gusta. Yo siempre preferiré mis dedos, pero hay mujeres a las que les encanta masturbarse con juguetes o con objetos tan a la mano que, ustedes hombres, nunca lo imaginarían. Hay amigas que me han revelado haberse masturbado, por ejemplo, con verduras dignas de una ensalada fresca, como zanahorias o pepinos. Otras prefieren los juguetes sexuales convencionales.
La reconocida sexóloga estadounidense Shere Hite realizó en los años 70 una encuesta entre más de 3 mil mujeres de su país en torno al arte de tocarse por ellas mismas, los resultados fueron compilados bajo el nombre de "Reporte Hite" y las respuestas fueron muy reveladoras.
El 82 por ciento declaró que se masturbaban y el 95 por ciento de ellas dijo que si se lo proponían podía alcanzar fácilmente el orgasmo. Esto contradijo entonces la creencia de que las mujeres llegan lentamente al orgasmo y de ahí el dicho de que no hay mujeres frígidas sino hombres incapaces. El 73 por ciento de las encuestadas dijo llegar al orgasmo a través del clítoris.
En mi caso es también el favorito. Cuando viene el orgasmo a través del clítoris puedo sentir cómo comienzo a subir a la cresta de esa ola poco a poco y con intensidad. No puedo dejar de mover mis caderas cuando eso sucede, y entonces una, dos, tres contracciones: ya estoy ahí en el orgasmo, luego de un verdadero de escarceo amoroso conmigo misma.
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